lunes, 12 de noviembre de 2012

SOBRE LA FORMA EXTRAORDINARIA


"El diablo odia la Misa tradicional, y la odia porque es la más perfecta reformulación de todas las enseñanzas de la Iglesia. Y sobre esto Dietrich me dio la clave. Porque, mucho antes del Concilio, los sacerdotes que la rezaban ya habían perdido el sentido de lo sobrenatural y trascendente. La recitaban rapidísimo, casi murmurando y sin articular bien las palabras, señal de que intentaban introducir en la Misa su propia secularización. La misa tradicional no permitía irreverencia alguna y por eso muchos malos sacerdotes se alegraron cuando se la dejó de celebrar."

Dra. Alice Jourdain

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